—¿Puedo soñar que duermo cerca? De ti, de la luna...
—Depende.
—¿De qué depende?
—¿Qué tan fuerte lo quieres?
—De aquí al infinito, tal vez más allá...
Y si mañana se nos pasa recordar... Y sin embargo, y sólo tal vez, quisiéramos ese auténtico deseo de volver a algo como el infinito y quizás más allá... ¿Podríamos volver una y otra vez, y una y otra vez, y una y otra vez?
—Si lo quieres con todas tus fuerzas, entonces sí, una y otra vez...
—Entonces dormiré un tantito cerca de ti, pero no muy cerca, aunque quiero dormir tan cerca como pueda de ti. Así no interrumpo tus sueños, y tal vez mejor les cuide. Así, como el deseo de ser en parte y en todo de ellos, como podría serlo de ti. Soñaré.
-Salvador Flores-