lunes, 25 de septiembre de 2017

Amor Tributario

La calle de quién cuyo nombre todo iluminaba.
Vestía con traje, de esos que son para dar, porque ¿cuál sería el sentido de traer tanto sino fuera para compartirlo con vos?

No me iba bien la chaqueta de orgullo que cubría lo sensible de mi carne al pelado; rasgada por el silencio de las palabras que pienso y que no digo.

Nunca preguntaste lo que sentí por ti aquella última noche. Tan sólo llegó la circular inhóspita donde se encontraba el embargo:
-era un amor tributario; de los que pagan impuestos de Amor cargados de interés fueras de fecha. Y cuando menos lo pensé de ti andaba endeudado conmigo mismo.

Me lanzó dos versos, uno por mejilla y se marchó... Al fin y al cabo: fue un Amor tributado.

N. del A.

La vida me ha demostrado que la contabilidad no es uno de mis fuertes.

- Salvador Flores-