Hubo
una vez un deseo, ella era la nena de papá, poco a poco se hizo sueño, carne y
vida: realidad. Realidad que un día de esos tuvo ganas conquistar.
De
repente deseada, como siempre deseó; mas sin quererlo fue perdiendo su notable
distinción. Todo sin notarlo fue cambiando, hasta que por fin terminó, eyaculó todo
deseo y con ella toda gana llevó.
N. del A.
Micro-Historias con Macro-Verdades.
-Salvador Flores-
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